sábado, 12 de diciembre de 2015

Triunfador



La imagen del éxito, un ¨Triunfador¨, que expresa con su gesto la grandeza de su poder, el orgullo del mismo, la superioridad que le otorga.

El ¨Triunfador¨, repleto de gloria y vanidad; como material, el hierro, duro y frio como la imagen que representa, capaz de pasar por encima de cualquiera por su triunfo.

 De por si es grande, amplio y con una imagen de esplendor, unido a la peana que lo eleva por encima de los demás, en su momento quise hacerle una peana mucho mas grande, de 1.8 m. de altura, para que mire por encima del hombro a todo el mundo, pero a su vez habría complicado la visualización de la obra, de todos modos, en su gesto tiene esa arrogancia con la que igualmente mira por encima del hombro a todos.

Debo de decir que me inspiró esta obra una causa circunstancial, el tormento de los triunfadores de la época del caos, que lucían con orgullo grandes coches, grandes casas, grandes prepotencias, pero con el tiempo y su convivencia, hemos madurado, ya no tengo esa agresividad hacia los inertes nuevos ricos, llenos de arrogancia que ahora, son pobres de nuevo, en una sociedad que parece contemplar sólo el valor del dinero en un mar de valores morales devaluados.
Ahora veo en ella un mar de dudas, sigo viendo un ¨Triunfador¨, pero veo el gesto del orgullo y la satisfacción en una mente que luce mas paz y un valor moral satisfactorio, con un gran sentimiento, con felicidad, esos valores que realmente dan el fruto del triunfo, en contraposición con la idea inicial, me imagino que dependerá del día que tenga yo para verlo de un modo u otro.


El maestro, sinceramente, creo beber de la fuente de Julio González, de esa ¨Montserrat ¨de chapa en la que se agrieta al trabajarla hasta el punto de forzar la flexibilidad del material, de esos torsos curvados de una pieza, la linea que forma un cuerpo en un conjunto simple de curvas sobre el duro material, la insinuación de la forma seductora de un cuerpo, elegancia, tiene mucha elegancia y fuerza, que gran suerte tengo de tener tan cerca el Ivam y poder apreciar en cualquier momento su obra.

Sobre la obra, quiero destacar puntos concretos que me gustan especialmente, como las manos, lo grandes que son, sin forma necesaria, abarcan gran capacidad, de orgullo..., se extienden y crecen en el aire invadiendo el espacio que les rodea.
El pecho, roto, abierto, me da la sensación de que le revienta, le explota de su fuerza interior, del poder que contiene.
La pierna derecha, que juega con el espacio que no existe para dar la dirección de su camino, el movimiento dibujado por esas lineas que dibujan lo que no existe.
La espalda, tampoco está, pero la columna deja ver su gran tamaño, y es la columna la que da la fuerza a una gran estructura, la que soporta el peso, la base de una construcción, y en este caso es fuerte, grande, dura, es la columna la que da la fuerza al ¨Triunfador¨.
En fin, son muchos los matices de esta obra los que me hablan de su historia, pero me encanta oir lo que les causa a las personas que la contemplan, así que lo dejo aquí para seguir escuchando todas esas historias.

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